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Nombre: alnacif
Ubicación: Santiago, Chile

domingo, diciembre 11, 2005

El hombre "mirando" a Dios

Me molesta cada día más el desparpajo del hombre para referirse a la Deidad.
Hablan, discursean mejor dicho, como si estubiesen arriba y Dios abajo, por tanto, como si tuvieran en sus mentes la gran perspectiva analítica. Esos discursos de aparente verdad, son, en definitiva, un reflejo de la ignorancia manifestada como insolencia.
Estos oradores emiten juicios con certeza. Nos aclaran lo que Dios piensa, quiere y siente, lo que Dios hizo, hace y hará. Tienen claro además, lo que Dios quiere de cada uno de nosotros y lo que quiere del mundo. Tienen todo claro, pero con un sólo detalle, no saben dónde está. No saben dónde está la Deidad. No lo saben...
El menor de todos nos aclara que él es intermediario, y paso obligado, hacia la Deidad.
Pero a la hora de la verdad, al final del día, estos oradores, que convertidos en pequeños dioses durante su discurso, no tienen siquiera armonía en sus templos interiores, tienen vacios sus corazones, aquellos que la Deidad les encomendó cuidar y llenar.
Sus discursos, matizados con emociones y pirotecnia intelectual, tienen el propósito de autoengrandecerlos.
Hay puntos del discurso que caen fuera del ámbito humano y tratan el ámbito divino, por tanto hablan de cuestiones inasibles, y ellos, sin siquiera acusar recibo de tal escollo, continúan en su periférico discurso deslumbrando al auditorio. En verdad, deslumban a todos.
Uno de estos puntos es declararse creyente. Cuando en la práctica tenemos muchos dioses a los cuales veneramos con pulcritud, y es en el camino de la madurez y desarrollo espiritual, en un sutil y largo caminar, donde los falsos ídolos son develados y abandonados. Además, hablar de lo inmensurable dentro de los límites humanos no tiene sentido por cuanto habla de algo que está fuera, claramente, del dominio humano.
Dios es uno. Otro ridículo mito, a la deidad no le alcanza el numeral, por tanto no es ni uno ni dos ni tres. Simplemente no me atrevería a decir qué número es. Es aplicar un pequeño concepto a la grandeza: una barbarie.
El voto de castidad. Pensar que la Deidad tenga preocupación por unos genitales es incalificable.
Caminar hacia la sabiduría del corazón, no es la intención de estos falsos profetas.
¿Debe caminar Dios hacia el hombre, o el hombre a la Deidad?

3 Comments:

Blogger diego said...

Dios es lo que el hombre cree que es Dios...

saludos

6:56 p.m.  
Blogger Cristián Salvo Vulelija said...

ufff... Dios... es un tema que debemos sentarnos a conversar con amplitud de criterio... Subjetivizamos mucho sobre Dios... buscamos con la razón algo que ella no alcanza a explicar... el camino hacia Dios es largo y no exento de dificultades... Muchos de nosotros no llegaremos a su final y sin embargo, muchos lo recorremos con esperanzas en el corazón...

un abrazo... estoy de vuelta con muchos ánimos de seguir el camino...

11:12 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

1:10 a.m.  

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