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Humano, profundamente humano

Nombre: alnacif
Ubicación: Santiago, Chile

lunes, julio 04, 2005

Hola

hola

domingo, julio 03, 2005

El Tiempo

Leí sobre el intrigante tiempo en el Blog de Cris, famoso por el arte de desarrollar complicadas y profundas preguntas con genial simpleza y humor.
Este post, el que escribo, es una queja dirigida a los autores de la interesante literatura que trata del tiempo. Justifico. Los autores elavoran sesudas exposiciones del tiempo pero únicamente desde el ámbito teórico con especulaciones para acá y allá. En definitiva, tratan de reducir a concepto algo -el tiempo- que es muy distinto a nosotros y es difícil.
En general, nuestra cultura -explicable, tal vez- rechaza los conocimientos que no recorren el sendero de la intelección racional, cayendo, pienso, en defecto por no ocupar toda la potencia cognitiva del hombre.

Por un lado, los físicos desarrollan los conceptos de tiempo bajo el prisma de la investigación científica; allí, con rigor, elavoran las bases teóricas para, posteriormente, hacer la necesaria experimentación con resultados predichos. Es una metodología definida y exigida.

Por otro lado, en lo humano propiamente tal, la "praxis del conocer del hombre" no tiene una propuesta metodológica preestablecida, simplemente es fáctica y espontánea, es decir, "sólo lo hace y con todo su ser" (incluso involucrándose).
Imaginemos que tenemos muchísima sed (caluroso y no hemos podido tomar agua en dos días) de tal manera que es de sobrevivencia el ingerir agua. Cuando finalmente ingerimos agua deja de ser un simple H2O conceptual y pasa a ser un H2O vivencial. ¿Qué tipo o modo de conocimiento hemos adquirido? ¿Por ser un tipo de conocimiento de orígen no racional lo he de rechazar? Esta experiencia es de fácil materialización.
Así mismo, el hambre desatada no requiere una receta de cocina sino comida fáctica.
Otro pregunta, al vivir nuestras primeras relaciones sexuales ¿Qué tipo o modo de conocimiento experimentamos?
Es un hecho contradictorio el no ocupar todo el potencial cognitivo de hombre en el conocer.
Volviendo al tiempo, desde lo humano -y refiriéndose a lo íntimo- nacen las preguntas ¿Cuál es mi mejor aproximación al tiempo? ¿El pasado, presente y futuro es accesible al hombre?
Con el pensamiento tengo acceso al pasado, reeditándolo permanentemente y configurando así "la experiencia".
Al futuro lo puedo prever con la mente racional y con capacidad intuitiva.
Ambos, pasado y futuro, los podemos tratar como "objetos de estudio", por estar alojados fuera nuestro psiquismo.
No acontece lo mismo para el presente. El psiquismo está alojado "en el presente". El psiquismo se despliega o desenvuelve en el presente del tiempo. Hay diferencia sustantiva.
Racionalmente no podemos accesar al presente, sencillamente porque a la mente racional no le está dado tener acceso al presente. No se puede pensar el presente como así mismo no se puede pensar una hamburguesa para saciarnos.
El conocer usando como herramienta únicamente a la mente racional es claramente un error, es como tener una relación sexual sólo con nuestra mente racional, dejando que lo demás de nosotros, nuestro ser todo, no se involucre. ¡Absurdo!
Hay que recurrir a la naturaleza fáctica del conocer del hombre, esto es: sólo hacerlo y con todo el ser.
Cuando conocemos a Franz Liszt, su música, lo hacemos con todo nuestro ser.
Cuando conocemos el agua en el extremo de la sobrevivencia, lo hacemos con todo nuestro ser.
Lo común del agua y Liszt es que los experimentamos.
Al presente, para conocerlo, sólo lo podemos experimentar. Fácil decir difícil hacer.
Paradojalmente el conocer experimentante del tiempo lo impide sutilmente nuestra mente racional al aturdirnos con sus pensamientos.
La capacidad de experimentar requiere destreza y habilidad para moverse en los senderos de la introspección, uno de esos senderos nos conduce al presente del tiempo.
El presente es la delgada, infinitesimal por cierto, lámina de tiempo que separa el pasado del futuro. Es allí la meta.
Al pasado y al futuro, como ámbitos temporales, accedo al pensarlos. Al presente accedo en la experiencia conciente.
En la introspección propuesta, al llegar al experimentar puro, sin pensamientos o "ruido mental", el "existir consciente" puede acoplarse con "el tiempo" y experimentar así el presente infinitesimal ocupando todo el potencial humano en la cognición.