La presencia femenina en la historia
El discurso femenista, de indiscutible primacía en el mundo femenino, está centrado en la presencia de la mujer en la vida pública. Sin restar importancia a los abusos y discrimaciones, que todos conocemos y presente -con justa razón- en el discurso señalado, dirigiremos la mirada a otro sector del mundo femenino: su interior.Más aún si nos remitimos a contar la historia de la intimidad humana, que relata la vida intersubjetiva humana; está, sin duda, dominada totalmente por el acontecer femenino.
El modo humano de estar en la tierra con todo su acontecer: modo de comprender la vida y la muerte, formas de enfrentar miedos y temores, modos de amar y afectividades, etc., tiene la presencia de la mujer, y no como simple partícipe del relato, sino como actor fundamental de éste.
La historia de la intimidad humana transcurre en la mujer.
De hecho la intimidad humana tiene su relato en el sistema nervioso, que es "fabricado" al interior del cuerpo de la mujer, y es ella quien lo termina de "confeccionar" con los cuidados que le entrega.
Al comparar sucintamente estos tres ámbitos, en los cuales podemos hacer y estudiar historia, concluiremos que es controversial el rol histórico asignado a la mujer, como así mismo discutible circunscribir las diferencias entre masculino y femenino a lo genital.











